El verano de 2012, según cálculos del Observatorio
Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Fomento),
comenzó este jueves 21 de junio a la 1h 9m hora oficial española (UTC/GMT 20/06/2012,
23:09, 18:09 hora México D.F.).
Esta estación, que es la más larga del año desde hace
algunos siglos, durará 93 días y 15 horas, y terminará el 22 de septiembre con
el comienzo del otoño.
Desde el punto de vista astronómico, los cielos del verano de 2012 estarán dominados por la presencia de Marte y Saturno en la primera parte de la noche. Los dos planetas se irán aproximando en el cielo nocturno, hasta alcanzar una distancia mínima el 17 de agosto de 3 grados (aproximadamente seis veces el diámetro de la Luna).
El máximo de la lluvia de estrellas Perseidas tendrá lugar el
12 de agosto, con unas excelentes condiciones para su observación, dado que la
Luna en fase cercana al cuarto menguante, facilitará su observación.
El inicio del verano
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por
aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas
posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición
se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal.
El día que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27') y
durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia, y por eso, a esta
circunstancia se la llama también solsticio ("sol quieto") de
verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
El día del solsticio de verano corresponde al de mayor
duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el
Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde. Un hecho
circunstancial no relacionado con las estaciones se da también en esta época:
el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más
alejados entre sí a lo largo del año. Es este mayor alejamiento al Sol la causa
de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica
durante el verano (según la conocida como tercera ley de Kepler) y por lo tanto
la duración de esta estación sea mayor.
Fechas posibles de inicio del verano
El inicio del verano puede darse, a lo sumo, en tres fechas
distintas del calendario vigente (del 20 al 22 de junio). A lo largo del siglo
XXI el verano se iniciará en los días 20 y 21 de junio (fecha oficial
española), siendo el inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más
tardío el de 2003.
Duración del día
Si llamamos coloquialmente duración del día al
tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado, el
próximo día 21 de junio va a ser el día de mayor duración. Como ejemplo, en
Madrid esta duración será de 15 horas y 3 minutos, a comparar con las 9 horas y
17 minutos que durará el día más corto (el 21 de diciembre). Obsérvese que hay
casi seis horas de diferencia entre el día más corto y el más largo. Esta
diferencia depende mucho de la latitud del lugar, siendo nula en el Ecuador y
siendo extrema (24 horas) por encima del círculo polar ártico. Es precisamente
por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año (alrededor del 21
de junio) se da el fenómeno del Sol de medianoche, en que el Sol es visible por
encima del horizonte durante las 24 horas del día. (En la Antártida ello ocurre
alrededor del 21 de diciembre).
Observación nocturna del cielo en verano:
En toda época del año hay algún fenómeno astronómico de
interés, suele
ser preferible realizar las observaciones en fechas cercanas a la luna nueva
(19 de julio, 17 de agosto y 16 de setiembre), salvo cuando se pretende
observar la propia Luna.
Luna llena: La primera luna llena del verano se dará el 3 de
julio, dándose las siguientes 29 ó 30 días después. En este verano se darán
otras dos lunas llenas: 2 de agosto y 31 de agosto.
Visibilidad de los planetas: Próximo al amanecer podremos ver a Venus y Júpiter, tras la puesta de Sol serán visibles Marte y Saturno.
Lluvias de meteoros: Las
dos más intensas durante el verano son las delta Acuáridas, cuyo máximo ritmo
se da alrededor del 30 de julio, y la más famosa del verano, la de Las
Perseidas, cuyo máximo se da alrededor del 12 de agosto.
Observación de las Constelaciones:
Región Circumpolar:
Serán visibles durante toda la noche Casiopea, Cefeo, el
Cisne, el Dragón, así como la OSa Mayor y Menor.
De Este a Sur a Oeste:
Se verán Pegaso, el Aguila, la Corona Boreal y la Cabellera
de Berenice.
Cerca del horizonte:
Serán visibles a lo largo de la noche algunas de las
constelaciones zodiacales, de Virgo y Acuario, esta última ya cerca del
amanecer.
Entre las estrellas más brillantes visibles en esta época
destacan las que constituyen el "triángulo veraniego": Altair (en el
Aguila), Deneb (en el Cisne) y Vega (en la Lira).
Observación con prismáticos:
Con prismáticos o pequeños telescopios, se puede observar el relieve de la Luna. Para tener
una buena visión de él conviene ir observándolo noche tras noche mientras va
creciendo la iluminación de la Luna, pues así se ven aparecer nuevos accidentes
orográficos. Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede
intentar ver nebulosas de emisión, como la Laguna, Omega o la Trífida, y
nebulosas planetarias como el Anillo en la constelación de Lira o las Pesas en
la Raposa. Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de
Júpiter (cuando es visible) y se puede hacer un recorrido por la franja
estrellada que constituye la Vía Láctea.
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